Cada vez un mayor porcentaje de españoles sufre déficit de vitamina D.
Curioso cuanto menos. Un país privilegiado por el sol en el que cada vez nos escondemos más de la luz solar, principal fuente de esta vitamina.
El miedo a los rayos ultravioletas y al cáncer de piel ha hecho que salgamos a la calle tapados, cubiertos por gorras, sombreros y, sobre todo, con mucha crema solar. Y estos productos bronceadores contienen muchos disruptores endocrinos que pueden provocar cáncer de piel y que generan muchos radicales libres en nuestro organismo.
El resultado, acabamos con falta de una vitamina importante y con mayor riesgo de sufrir cáncer que si nos expusiéramos a la luz solar, ya que esta, a su vez, nos protege de esta enfermedad.
La deficiencia de vitamina D se ha vinculado, en distintas investigaciones médicas, con el cáncer, enfermedad cardiovascular, hipertensión, esclerosis múltiple, diabetes, osteoporosis, artritis, dolor muscular y de espalda, enfermedad inflamatoria del intestino, psoriasis y enfermedad autoinmune.
Es por todo ello que no debemos huir de tomar el sol, sino hacerlo de la forma adecuada. La recomendación general es exponerse al sol directamente entre quince y veinte minutos al día. Es suficiente que nos dé en la cara y los brazos para producir de 200 a 400 IU de vitamina D que satisfacen la cantidad diaria recomendada.
Y sobre todo, utilizar un protector sin sustancias químicas de síntesis.
El aceite de coco es excepcional para preparar uno en casa.
Te compartimos la receta.
Necesitarás:
ACEITE DE COCO VIRGEN ECOLÓGICO Celebes, manteca de karité o de cacao y aceite esencial de semilla de frambuesa.
Cantidades y preparación:
50 ml de aceite de coco (tiene un factor de protección solar FPS de 20)
100 gramos de manteca de cacao o karité
Unas gotas del aceite de frambuesa
1 cucharada sopera de caolín (arcilla blanca)
1. Calentamos el aceite de coco y lo mezclamos con la manteca de karité.
2. Añadimos 3 ó 4 gotas de aceite de semilla de frambuesa y mezclamos bien.
3. Añadimos el caolín y removemos.
4. Lo guardamos en un bote de vidrio con tapa y lo utilizamos antes de tomar el sol, cuidando de volver a ponernos cada vez que tomemos un baño.
Se puede usar a diario utilizando una pequeña cantidad cada vez que salgamos a la calle.
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