Nada más gratificante que sumergirse en una bañera de agua caliente al finalizar una jornada densa cuando te sientes cansado y con el rostro desencajado por las tensiones del día.
Existen muchas fórmulas de sales aromatizadas que nos prometen aromas envolventes y tersura en la piel para sumergirnos en un baño de espuma, pero la receta más relajante se prepara en casa de una forma rápida y sencilla.
¿Qué necesitaremos?
1. Un kilo de sal marina sin refinar
2. 50 ml de aceite de coco virgen
3. Unas gotas de aceite esencial de mandarina o de lavanda
Vamos a ello!
Llenamos la bañera con agua caliente, pero no excesivamente porque nos puede bajar la tensión.
Incorporamos el kilo de sal y movemos con las manos.
Agregamos el aceite de coco derretido o diluido directamente debajo del grifo del agua caliente.
Por último, añadimos 4 ó 5 gotas de nuestro aceite esencial.
Nuestro baño no sobrepasará los 15-20 minutos para no reducir las sales minerales que tenemos en nuestro organismo.
Al salir, nos envolvemos en una toalla caliente y nos tumbamos directamente en la cama para disfrutar de la relajación.
Nuestra piel habrá quedado muy tersa y perfectamente hidratada y el bienestar será completo, al desaparecer las líneas tensas de nuestra expresión.
Es el momento perfecto para dormir y disfrutar de un sueño reconfortante....
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